Se fue Tete, Belgrano se quedó sin técnico. No es un dato menor en un Belgrano que se canso de bancar procesos, pero este no era un proceso para continuar sosteniendo. Era visible que los jugadores, la mayoría ex compañeros no le respondieron nunca o casi nunca (En Curitiba fue su único buen partido) al ex volante Celeste.
Se fue Tete quemado por la dirigencia Pirata y hay que decirlo. Incineraron a un técnico que como jugador fue querido por el hincha (aunque algunos no les perdonaran nunca el gol que nos grito con Gimnasia). La dirigencia cometió el gravísimo error de creer que estaba para seguir el mejor proceso de la vida de Belgrano que fue la era Post Ruso.




Pero no solo la dirigencia se equivocó ahí, también se sigue equivocando en renovarle créditos a un plantel que ya no tiene sustento.
Los experientes salvo contados casos como el de Olave ya no son lo que eran, y algunos jóvenes proyectos se pierden entre autos nuevos, minas y bailes. Quemamos al técnico, quemamos a los referentes por no saber bajarlos y quemamos a algunos pibes por no ser rigurosos, caso Saravia.

Belgrano está perdido y lo más triste es,  perdido con la semifinal de la Copa Argentina a la vuelta de la esquina.
Seguramente Guyon será el salvador de siempre, seguramente el Jabali se siente en el banco frente a Central.
Una lastima, dejamos pasar una gran etapa por no ser más osados, por no intentar mirar por arriba del hombro para pispear en otro nivel. No te equivoques Belgrano, que ser humilde no significa ser mediocre, ser humilde significa crescer sin olvidar las raíces.

Ojalá volvamos a la buena senda, ojalá volvamos a ser felices nuevamente.