Fin de ciclo

Belgrano empató una vez más, esta vez frente a Central Córdoba en Santiago del Estero, con un marcador final de 2-2. Los goles fueron obra de Lucas Passerini, Ulises Sánchez, Santiago Laquidaín y Thiago Nuss, culminando así un encuentro que terminó nivelado, donde el equipo Pirata no pudo superar a un rival que se mostró inferior en el terreno de juego.

El equipo dirigido por Farré logró imponerse como protagonista en los primeros minutos del partido, desplegando un buen juego en la primera mitad, especialmente cuando el marcador permanecía igualado en 0-0 y 1-1. Sin embargo, en ataque La B fue más peligroso y en el primer tiempo mostró buenos pasajes. Donde ambos equipos flaquearon fue en la zona defensiva.

El equipo Pirata rápidamente encontró el gol tras una magnífica jugada colectiva. Sánchez ejecutó un preciso pase filtrado a Juan Barinaga, quien brindó un cómodo pase a Passerini para que este definiera con el arco vacío.

Sin embargo, tras el gol, Belgrano retrocedió y permitió que el partido se nivelara fácilmente. Posteriormente, recibió el empate tras un centro elevado. Una vez más, el equipo se vio falto de solidez al replegarse y no logró sostener la ventaja.

Ibacache marcó mal, permitiendo un centro de Fernando Torrent que resultó en el gol de Laquidaín con un remate de zurda para el empate 1-1.

Tras el empate, el equipo reaccionó. Resultó inexplicable el porqué de la tendencia a replegarse, especialmente contra un rival con una defensa vulnerable como lo fue Central Córdoba. La falta de agresividad en la ventaja resultó desconcertante.

Ibacache ejecutó una buena jugada tras un pase de Passerini, enviando un centro al área que Sánchez definió con éxito, marcando el 2-1. Luego de ese gol, el equipo pareció acomodarse y el primer tiempo concluyó con ese marcador.

En la segunda mitad, el equipo dirigido por Farré optó por ceder la posesión al rival y permitió que este tomara la iniciativa. Esta pasividad resultó en la pérdida de la ventaja, cuando a los 15 minutos del segundo tiempo, Nuss anotó de cabeza el 2-2, aprovechando una desatención defensiva a espaldas de Ibacache.

Belgrano sufrió durante todo el encuentro por las deficiencias en la zona del chileno, aunque el entrenador optó por sustituirlo solo en los últimos minutos, utilizando la misma variante de siempre. Las decisiones de cambios no resultaron acertadas, lo que evidenció la falta de respuesta del equipo y su previsibilidad.

En cuanto a la defensa, mostró serias debilidades, a excepción de Moreno, que fue el más firme. Meriano continuó en falta de confianza, pero hay que considerar el contexto actual como parte de su desempeño. Barinaga fue uno de los más destacados en ataque, pero sufrió en defensa. Ibacache tuvo un rendimiento irregular, contribuyendo en la asistencia del segundo gol pero también en fallos defensivos. Además, el chileno no tuvo apoyo ya que el equipo jugó sin un carrilero izquierdo definido, ya que Marín no reemplazó adecuadamente a Metilli y jugó más por el centro, sin ser un verdadero volante por la banda izquierda.

En el mediocampo, Rolón sigue mostrando un nivel por debajo de lo esperado. Se le ve extenuado y desconectado del sistema de juego desde hace varias jornadas. Marín continuó sin mostrar un salto significativo en su rendimiento. Además, su presencia en el equipo titular es irregular, el DT hubo partidos que lo puso de titular, y otros que ni ingresó como variante, lo que dificulta encontrar regularidad en su juego.

Reyna destacó como uno de los mejores del equipo, pero Farré optó por sustituirlo temprano, lo que resultó en una pérdida de dinamismo y capacidad de cambio de ritmo, especialmente considerando la intención de Belgrano de jugar al contraataque cuando estuvo en ventaja.

Passerini mostró un buen nivel, pero en ocasiones, cuando el equipo se replegó, pareció estar demasiado aislado. Su contribución fue fundamental para la creación de juego cuando el equipo se encontró.

En cuanto a los cambios realizados, estos no lograron tener el impacto deseado, siguiendo la tendencia de esta temporada. El DT pareció estar desorientado a lo largo de la Copa de la Liga, y aunque el equipo mostró voluntad para revertir la situación, es difícil lograrlo cuando el entrenador insistió siempre en estrategias que no le funcionaron.

Guillermo Farré presentó la renuncia a su cargo, ya se despidió de los jugadores. Era una decisión que debería haber tomado hace varias fechas. Es una lástima que el ídolo del club se termine yendo de esta forma, nunca el hincha buscó que así sea, pero tanto él como el presidente se lo buscaron. Lamentablemente, hay ciclos que comienzan y que tienen su fin, el ciclo del Guille, hace rato está terminado.

Belgrano estará siempre agradecido y el club siempre lo recibirá y reconocerá todo lo hecho a Farré, hay que tener memoria, porque hizo mucho por la institución, pero es el momento de un cambio. Belgrano siempre le deseará que le vaya bien en la vida a un ídolo como lo fue, lo es y seguirá siendo, Guillermo Martín Farré.